Una reflexión para ti peruano. No es mi intención relativizar tu culpabilidad, por ser causante por ejemplos, de la delincuencia, de la corrupción, del genocidio o de la contaminación ambiental.
Porque es nuestra creencia general, que Alan García con su primer gobierno nos robó, con su partido aprista creó la mayor corrupción de la historia nacional y fue la clara la ineptitud para con la seguridad interna ; Fujimori que cayó las voces de protesta de los trabajadores, de la prensa “libre” y del Poder Ejecutivo, creó un paradigma donde parecía que la gran mayoría de peruanos ya no necesitaba salir a las calles a protestar porque nos formaron la idea de que es mejor ser pacientes frente a un problema que en el mayor de los casos nunca se buscó una solución; o Alejandro Toledo que nos vendió su proyecto exportador, sí… aumentó las exportaciones de manera muy significativa, la producción nacional y las inversiones, sin embargo ello no se sintió en las mesas de los peruanos comunes que no exportan, que no invierten o que trabajan en la precariedad de las leyes laborales o peor incluso a la gente que no tenía ningún amparo en su trabajo.
Para el colmo de la idiosincrasia, volvió Alan con su corrupción e ineptitud, lo votamos nuevamente sabiendo el tipo de persona que es. Los sucesos ya no fueron una sorpresa para ti ni para mí, no podíamos pedir otras cosas del aprismo y su máximo representante, pero al final de cuentas todo el sistema político parece estar hecho de la misma arcilla, duro frente a las mismas cuestiones, endeble para otras.
Pero estoy convencido que esta creencia general está errada, por lo menos en su concepto básico e implícito, porque la clase política no vive en una burbuja distante de la nuestra, la gran mayoría no son extranjeros y viven aquí, ni siquiera podríamos decir que pertenecen a la clase más adinerada de Lima porque pasaron muchos peruanos del pueblo que buscaban representarnos sin embargo fueron abucheados por los tradicionalistas y por nosotros mismos. Son peruanos comunes con quizá algo más de plata pero poseen los mismos problemas que cualquiera aquí. Porque sin ánimos de generalizar malintencionadamente, nosotros los peruanos alguna vez o muchas veces actuamos de una manera que no ayuda al desarrollo de nuestro país. Solo al referirnos de cuestiones básicas como la limpieza de las calles o los modales frente al resto, o comprar cosas piratas o andar de borracho por las calles sin vergüenza alguna. O enfrentarse a otro peruano explotado que sale a las calles a protestar y de un modo egoísta le dices que ese no es tu problema, o ver al mendigo en la calle tirado y en vez de ayudarle deseamos no verlo, sin importar el cómo.
Sin embargo los problemas de urbanidad, trato y solidaridad frente al resto de las personas es lo mínimo comparado con otros problemas como la corrupción, pero es una buena evidencia tangible de la apatía que tenemos los peruanos hacia el cambio.
Entre tantos males que podrían caracterizarnos es la falta de solidaridad lo que hunde cada día más a nuestro país. Somos nosotros mismos que la sufrimos, pueblo, no es solo el profesor, o solo el médico, o solo los trabajadores de construcción, o solo una comunidad que es atacada su patrimonio ancestral, o solo las provincias olvidadas. Somos todos, el pueblo peruano quienes hemos sido víctimas de la indiferencia de nuestros gobernantes y nosotros hasta el momento hemos seguido actuando de la misma manera, nos hemos puesto de espalda e ignorado la demanda de otros peruanos o incluso desaprobamos tajantemente la demanda sin ni siquiera haber preguntado de que se trataba. Hemos decidido sin cuestionamientos que toda protesta es contraproducente al pueblo como si el pueblo estuviera bien como lo está ahora, como si no tuviera razones a protestar.
Nos quejamos tanto y decimos que son los ladrones, los secuestradores, los violadores, los piratas, los estafadores, los políticos, etc. quienes destruyen nuestro país, sin embargo, preferimos quedarnos en casa viendo la televisión basura, con la señal de cable o de luz robadas y renegamos cuando salen las noticias de gente protestando. Creemos que no tenemos nada que ver con eso, porque pensamos que si no somos docentes o médicos no nos afectan en nada que se les reprima. Y no te acuso a ti peruano por robar la luz o comprar discos piratas, te acuso a ti porque con tanta evidencia en tu casa de la indiferencia del Estado tu irracionalidad te lleva a también ser indiferente al hecho de que eres también del pueblo y por ello estas aquejado de los mismos problemas que todos tenemos.
Es hora de comenzar a cambiar, porque si seguimos pensando que algún día el país va a cambiar mágicamente, como ganar más plata porque las exportaciones aumenten, nos estaremos condenando a sobrevivir el día sin mayores ambiciones y peor aún aceptando a regañadientes una forma de vivir que podríamos cambiar solo si cambiamos nosotros.
Porque es nuestra creencia general, que Alan García con su primer gobierno nos robó, con su partido aprista creó la mayor corrupción de la historia nacional y fue la clara la ineptitud para con la seguridad interna ; Fujimori que cayó las voces de protesta de los trabajadores, de la prensa “libre” y del Poder Ejecutivo, creó un paradigma donde parecía que la gran mayoría de peruanos ya no necesitaba salir a las calles a protestar porque nos formaron la idea de que es mejor ser pacientes frente a un problema que en el mayor de los casos nunca se buscó una solución; o Alejandro Toledo que nos vendió su proyecto exportador, sí… aumentó las exportaciones de manera muy significativa, la producción nacional y las inversiones, sin embargo ello no se sintió en las mesas de los peruanos comunes que no exportan, que no invierten o que trabajan en la precariedad de las leyes laborales o peor incluso a la gente que no tenía ningún amparo en su trabajo.
Para el colmo de la idiosincrasia, volvió Alan con su corrupción e ineptitud, lo votamos nuevamente sabiendo el tipo de persona que es. Los sucesos ya no fueron una sorpresa para ti ni para mí, no podíamos pedir otras cosas del aprismo y su máximo representante, pero al final de cuentas todo el sistema político parece estar hecho de la misma arcilla, duro frente a las mismas cuestiones, endeble para otras.
Pero estoy convencido que esta creencia general está errada, por lo menos en su concepto básico e implícito, porque la clase política no vive en una burbuja distante de la nuestra, la gran mayoría no son extranjeros y viven aquí, ni siquiera podríamos decir que pertenecen a la clase más adinerada de Lima porque pasaron muchos peruanos del pueblo que buscaban representarnos sin embargo fueron abucheados por los tradicionalistas y por nosotros mismos. Son peruanos comunes con quizá algo más de plata pero poseen los mismos problemas que cualquiera aquí. Porque sin ánimos de generalizar malintencionadamente, nosotros los peruanos alguna vez o muchas veces actuamos de una manera que no ayuda al desarrollo de nuestro país. Solo al referirnos de cuestiones básicas como la limpieza de las calles o los modales frente al resto, o comprar cosas piratas o andar de borracho por las calles sin vergüenza alguna. O enfrentarse a otro peruano explotado que sale a las calles a protestar y de un modo egoísta le dices que ese no es tu problema, o ver al mendigo en la calle tirado y en vez de ayudarle deseamos no verlo, sin importar el cómo.
Sin embargo los problemas de urbanidad, trato y solidaridad frente al resto de las personas es lo mínimo comparado con otros problemas como la corrupción, pero es una buena evidencia tangible de la apatía que tenemos los peruanos hacia el cambio.
Entre tantos males que podrían caracterizarnos es la falta de solidaridad lo que hunde cada día más a nuestro país. Somos nosotros mismos que la sufrimos, pueblo, no es solo el profesor, o solo el médico, o solo los trabajadores de construcción, o solo una comunidad que es atacada su patrimonio ancestral, o solo las provincias olvidadas. Somos todos, el pueblo peruano quienes hemos sido víctimas de la indiferencia de nuestros gobernantes y nosotros hasta el momento hemos seguido actuando de la misma manera, nos hemos puesto de espalda e ignorado la demanda de otros peruanos o incluso desaprobamos tajantemente la demanda sin ni siquiera haber preguntado de que se trataba. Hemos decidido sin cuestionamientos que toda protesta es contraproducente al pueblo como si el pueblo estuviera bien como lo está ahora, como si no tuviera razones a protestar.
Nos quejamos tanto y decimos que son los ladrones, los secuestradores, los violadores, los piratas, los estafadores, los políticos, etc. quienes destruyen nuestro país, sin embargo, preferimos quedarnos en casa viendo la televisión basura, con la señal de cable o de luz robadas y renegamos cuando salen las noticias de gente protestando. Creemos que no tenemos nada que ver con eso, porque pensamos que si no somos docentes o médicos no nos afectan en nada que se les reprima. Y no te acuso a ti peruano por robar la luz o comprar discos piratas, te acuso a ti porque con tanta evidencia en tu casa de la indiferencia del Estado tu irracionalidad te lleva a también ser indiferente al hecho de que eres también del pueblo y por ello estas aquejado de los mismos problemas que todos tenemos.
Es hora de comenzar a cambiar, porque si seguimos pensando que algún día el país va a cambiar mágicamente, como ganar más plata porque las exportaciones aumenten, nos estaremos condenando a sobrevivir el día sin mayores ambiciones y peor aún aceptando a regañadientes una forma de vivir que podríamos cambiar solo si cambiamos nosotros.
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