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jueves, 23 de febrero de 2017



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martes, 21 de febrero de 2017




Foto de a dos

lunes, 13 de febrero de 2017

Resulta curioso para nuestras mentes, pensar y analizar el pensamiento luego de encontrar algo de la realidad al cual "debemos" darle un valor moral o explicación lógica, científica o psicológica. 


Esas explicaciones, sean racionales o no, nos permiten cierta calma a nuestra ansiedad de saberlo todo o más bien, el creer saber Algo de la vida cotidiana, de lo que vemos cada día: caras, sonrisas, fotos, llena con conocimientos lo que debió llenarse con sentimientos.

Cuando veo la cara de dos personas en una sola foto lo primero que trato de observar es quién está más triste con respecto al compañero que está a su lado. Generalmente los sujetos de las fotos sonríen, deben hacerlo por presión social y personal, pero siempre ocurre que uno de ellos sonríe más que el otro. Puede suceder también que uno sonría y el otro no o que ninguno de los dos sonrían, lo que llamaría la espontaneidad pura y real de la vida de las personas porque cuatro quintos de nuestras vidas los hombres estamos serios o tristes. El sonreir resulta un hecho curioso, eventual y poco práctico para la vida y por ello mismo es tan especial, podemos vivir llorando y no moriremos de pena sin embargo si no sonreímos alguna vez la pena sería vivir ya muertos, aunque inútil la sonrisa, es un arte natural con carácter epidémico que genera placer para quien lo ve y lo siente. Es así que ver dos personas sonreir en una foto se vuelve especial... pero dando una pequeña aclaración a la pregunta ¿No es verdad que la fotografía vulgar, a modo de retrato y también la más popular, tiene como máximo objetivo reflejar ese instante de felicidad que las personas expresamos y es debido a ello que es más fácil conseguir fotos de personas sonriendo que estando tristes? Sí es cierto. 

Pero el factor especial de dos personas sonriendo no está en el hecho de lo común de los retratos de este tipo sino lo que significa para esas dos personas y lo que reflejan para quien los ve. Al final del ensayo volveré a este tema ya que es mi objetivo es explicar la misma, pero antes debo "separar la paja del trigo".

En las fotografías donde se hayan dos personas, podrían ser más en realidad o incluso uno solo pero sólo me interesan las de dos, aunque ambas sonrían seguramente lo hagan por presión o histeria, es decir sin un motivo de felicidad real. Tengo un amigo que se especializó en observar este tipo de fotos, es capaz de descifrar los pensamientos de quien dibuja una sonrisa falsa en su rostro. Me dice, se distingue por las  curvas no son tan pronunciadas que generan las mejillas y las comisuras de los labios lo mismo que por la posición de la cejas no tan alzadas o alzadas de manera exagerada, también por los ojos pocos cerrados y porque no le aparecen patas de gallo. Pero el engaño queda en destape sobre todo por la mirada, alguien quien se esfuerza en mirar a la cámara posando en su mejor ángulo, con los ojos abiertos porque cerrarlo puede deformar la cara, los ojos se ven cristalizados, secos sin su brillo natural, enfermos por la necesidad de mostrar un estado anímico distinto a lo que siente en ese momento, uno puede engañar con los labios pero la mirada nunca engaña.

Recuerdo que en algunas ocasiones quise tomar fotos a personas porque necesitaba tener evidencia material del suceso que nos unió aquellas veces, sucesos que ambos recordamos como felices, sin embargo, cuando veo algunas fotos de las mismas no me parece que estuviéramos muy contentos, incluso para ocultar un ligero fastidio vi como alguno de nosotros usaba gestos atípicos o movimientos corporales exagerados como si estuviéramos en un escenario de teatro intentando convencer a nuestros espectadores lo bien que lo pasamos justamente en ese instante que se tomó la foto. Esta contradicción me llevó a pensar que la felicidad no es una cuestión de un "chispazo" emocional cuya sensación dura sólo segundos, tal vez, pienso yo, que la felicidad es sino la unión de recuerdos sobre un hecho en específico, es decir que no puede descubrirse ni entenderse en el momento que suceden los hechos felices porque en sí mismo cada microhecho no confiere felicidad a la persona, sino que necesita ser acumulado y recordado, ser un hecho pasado y nostálgico, para ser feliz. Una fotografía no es capaz de mostrar la felicidad de ambos, es un hecho improbable, tal vez si pueda captar una pequeña chispa de lo que en un futuro pueda considerarse como feliz.

Tomando en cuenta el anterior párrafo podría decirse que toda fotografía es falsa por el mero hecho de no captar la felicidad de quien quiere aparecer como contento ya sea su felicidad cierta o falsa. Pero, retomando el punto que dejé incompleto párrafos arriba, puedo decir que su verdad y certeza no depende de lo común, "fabricada" o mal hecha esté la foto, sino de lo que evoque la misma a quien la vea, es especial para los sujetos de las fotos. La respuesta es la obviedad, es la nostalgia el factor más importante de una fotografía de a dos, intentar recordar la situación y el motivo del por qué se sacaron esas fotos, qué ocurrió entre ambos mientras la cámara y el flash estaban apagados, de por qué necesitan ver nuevamente la misma foto aunque los sentimientos quizá ya no sean los mismos. De por qué un suceso feliz se transformó en días, meses, años. De por qué ya no son los mismos, de la pregunta que se hará alguno de ellos que si volverían a sentir algo similar cuando esté con la misma persona en otro ambiente.

Por supuesto, es parte del instinto natural que al ver a alguien sonreir uno también sonría, entonces si la fotografía consta de que dos personas sonriendo lo más lógico será que quien lo vea también lo haga. Es la intención de la fotografía de a dos que quien la mire, sea los mismos sujetos o no, evoque y absorba parte de esa felicidad pasada y la vuelva a sentir hoy a modo de nostalgia que es el modo falso de la felicidad presente, un sentimiento errado de tristeza y chispazo de felicidad. Cabría preguntarse luego de este primer pensamiento, cuáles fueron las huellas que nos dejaron los demás.